Ludovico Einaudi

miércoles, 14 de marzo de 2018

Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.

Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 1562 – 1635) es uno de nuestros máximos poetas y, seguramente, el  dramaturgo más  relevante de nuestras letras. Su contradictoria e hiperactiva personalidad es bien conocida. A este propósito, conviene recordar su propensión a enamoramientos incendiarios y a duras penas reprimibles;  también su increíble capacidad para crear obras literarias de altísima factura con una pasmosa y aparente facilidad.

Este poema es un bello ejemplo de artificio literario elevado a unas cotas de tensión estética simplemente increíbles y a duras penas concebibles. De lo dicho, bien podemos creer que cuando Lope explica qué es el amor, en realidad habla de sí mismo y su experiencia. No es una elucubración teórica intelectualizada, sino una reflexión teñida de melancólicos recuerdos, no todos positivos.

Lope utiliza el formato del soneto para asediar la significación del amor, lo que significa que cuenta con muy pocas palabras para expresar todo lo que piensa y, sobre todo, siente o ha experimentado. Una primera consecuencia es que la significación está comprimida y en máxima tensión; parece que puede desbordarse de un momento a otro. El lenguaje ordinario no sirve porque necesitaría un volumen de cientos de páginas para decirlo todo. Parece que, decidido a contarlo todo, necesita un esquema sintáctico y semántico distinto para comunicar su mensaje.

Utiliza, si mal no hemos contado, treinta y dos metáforas, de las que sólo aparece el término imaginario, a lo largo de los trece primeros versos. En el decimocuarto y último solventa la identificación del término real con un neutro que recoge todas las imágenes previas: “esto” y lo enlaza con amor a través de un simple verbo copulativo, en presente atemporal: “esto es amor”. Y cierra prodigiosamente su asedio con un simple argumento de experiencia compartido por poeta y lectores: “quien lo probó lo sabe”. El vivo contraste con el léxico y las connotaciones más literarias y abstractas de los trece versos previos resulta chocante, escandaloso y asombroso. Es un modo de buscar la complicidad del lector con su original exposición y, al mismo tiempo, asombrarlo deslumbrantemente.

Este soneto es perfecto para ilustrar los efectos estéticos de ciertos recursos retóricos gracias a los cuales las palabras significan infinitamente más de lo que aparentan o podemos esperar en su significado denotativo rutinario. A nuestro entender, Lope desea transmitir un mensaje bien sencillo: el amor es un sentimiento que en su realización resulta incomprensiblemente contradictorio, difícilmente gobernable y, en fin, decepcionante (“dar la vida y el alma a un desengaño”, v. 13).

En los trece versos iniciales del poema nos deja una acumulación abrumadora de enumeraciones, oxímoros y paradojas de una frescura realmente sorprendente. Y para ello ha necesitado veintitrés adjetivos, diez verbos en infinitivo y tres más conjugados (“cabe”, “es” y “sabe”). Todos los infinitivos ocupan una posición preminente en el verso (normalmente, en primera posición), reforzando así su significación.

La sintaxis del poema es asombrosamente original: el soneto sólo contiene cinco oraciones, separadas por puntos y coma, de modo que su conexión queda reforzada. El lector apenas tiene tiempo de tomar aliento para seguir leyendo porque la continuidad, sin transición o pausa, viene dada por la sintaxis acumulativa y cuidadosamente entrelazada. No hay ni un solo punto y seguido que nos permita parar y ordenar el sentido. No, el amor no da esa tregua; ¿por qué la tendría que dar el poema? La analogía es maravillosa y asombrosa.

Cualquiera de las decenas de imágenes expresa de un modo claro el pensamiento del yo poético, pero el primer verso del último terceto lo significa de modo brillante y plástico: “Creer que un cielo en un infierno cabe”. El amor, al fin, sólo es una creencia imposible, paradójica y antitética en sí misma, así que más vale no hacerse muchas ilusiones sobre las posibilidades de encontrar el paraíso en algo tan engañoso e inaprensible, nos desliza el poeta entre líneas.

2. PROPUESTA DIDÁCTICA

2.1. Comprensión lectora

a) Resumir este poema es un ejercicio difícil, pero intentarlo es una actividad intelectiva de gran rendimiento.

b) Recordar los componentes del soneto: métricos (no olvidar la diéresis), relativos a la rima y estróficos, sirve para comprender la genialidad del poeta, pues supo expresar todo un universo con “sílabas contadas”, que diría Berceo.

c) Ordenar los adjetivos según su significación positiva o negativa permite comprobar el difícil equilibrio que el poeta ensaya; lo mismo ocurre con los infinitivos.

d) Antítesis y paradojas son muy frecuentes. ¿Por qué?

e) ¿Cómo dota de validez universal a su argumento final y definitivo (fíjate muy bien en el último verso)?

2.2. Interpretación y pensamiento analítico

a) La actitud del poeta: ¿es seria, o se perciben atisbos de que todo es una broma?

b) Escribir un ensayo (150 palabras, aproximadamente), de producción oral o escrita, de tono expositivo o argumentativo, sobre el tema del poema (definición desengañada del amor).

CONTEXTUALIZACIÓN
Lope de Vega fue uno de los dramaturgos y poetas más importantes del Barroco.
Se trata de un soneto publicado en 1634, se encuentra en el poemario titulado Rimas
humanas. El poema se sitúa, pues, en la última etapa de Lope.
Como rasgo más significativo del Barroco señalaremos la presencia de violentas
oposiciones que se manifiestan a través de antítesis, oxímoros y paradojas.
TEMA
El tema del poema es el sentimiento amoroso.
También subyace la idea del engaño y del sufrimiento amoroso.
TRATAMIENTO DEL TEMA
Se subraya el carácter alienante del sentimiento amoroso, como causa intrínseca de
subversión moral o espiritual contraria a la razón. Se centra en la descripción de los
efectos devastadores en la psique del amante, que condicionan su comportamiento y actitudes. Tal descripción deriva de una reflexión en la que se generalizan y
universalizan los efectos del amor, ya que se rehúye en todo momento la anécdota
concreta y particular que suscita las emociones referidas.
Uno de los logros más significativos es desvelar la resolución de la definición al final
del poema “! Esto es amor, quien lo probó lo sabe!” a modo de conclusión, a la par
que se interpela al lector, haciéndole copartícipe de los contenidos expresados en el
poema . Tal recurso reclama un receptor más atento, aun cuando era un tópico de la
época describir el carácter contradictorio del sentimiento amoroso con violentos
oxímoros, antítesis y paradojas.
ANÁLISIS MÉTRICO
Se trata de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos de versos
endecasílabos que presentan la siguiente estructura de rima consonante: ABBA,
ABBA, CDC, DCD.
ESTILO
Encontramos un uso frecuente de asíndeton, la ausencia de nexos agiliza el ritmo de
la composición. Todo el poema constituye una enumeración en la que se suceden los
verbos en infinitivo: “desmayarse, huir, creer…, etc.”, así como se yuxtaponen los
adjetivos de estado: “Estar furioso, áspero, liberal, esquivo…”. Este procedimiento
hace que la composición gane en intensidad expresiva, cuanto más que este recurso
se inscribe en una gradación emocional ascendente que alcanza su clímax en los
tercetos al abordar el tema del engaño amoroso.
El rasgo más relevante de la composición es la constante presencia de antítesis: se
contrapone la significación de muchos de los infinitivos y adjetivos utilizados en su
elaboración: “ desmayarse/ atreverse, liberal
/esquivo,difunto/vivo,leal/traidor,cobarde/animoso.” Con tales contrastes se pone
de manifiesto la violencia del sentimiento amoroso que desencadena actitudes
extremas, revelándose, por tanto, capaz de sacar lo mejor y lo peor del individuo.
El empleo de los infinitivos a lo largo de la composición es muy remarcable:
gramaticalmente se comporta como sustantivos; pero, nos interesa destacar
especialmente sus valores estilísticos: la potencialidad de su realización, los
infinitivos simples presentan la acción en una perspectiva abierta, consiguiendo
efectos plásticos de prolongación. La carencia de temporalidad de esta forma verbal
hace que sea apta para la recreación de mundos de evocación, de ámbitos líricos.
Los dos tercetos apuntan el tema del engaño amoroso, la antítesis sigue estando
presente , pero ahora queda enmarcada en una serie de superposiciones
situacionales . De dos situaciones diversas: una de ellas real, la otra ilusoria. Esta
última engañosa, pero tomada por el amante como real; la situación irreal se
entiende como deseo y no como realidad efectiva. Este artificio en el soneto de Lope
de Vega presenta dos estratos distintos, como acabamos de señalar:
Lo metafórico y lo paradójico, muestran lo errado del pensamiento del amante que
le llevan tras falsas ilusiones, o bien a negar la evidencia en contra de toda razón. El
carácter alienante del sentimiento amoroso lo lleva a situaciones extremas
(expresadas de forma hiperbólica) de goce o de sufrimiento supremos de las que no
puede escapar.
CONCLUSIÓN
Una de las más bellas composiciones de nuestra lírica en lo que respecta a su eje
temático: la definición del amor. Destaca por su universalidad, trascendiendo lo
particular y personal.
Nos encontramos ante un poema -uno de los más célebres de los miles que
componen su obra poética- de Lope de Vega cuyo título es “Esto es amor”.
Aunque es evidente, señalamos que pertenece al género poético, puesto
que es un texto escrito en verso y que expresa sentimientos y emociones.
En cuanto al autor, podemos decir que Félix de Lope de Vega y Carpio
(1562-1635) fue “el fénix de los ingenios”, como popularmente se le conoce.
Nacido en Madrid, su vida es de las más agitadas de cuantas se conocen: de
joven fue un vividor, por cuyos escándalos amorosos fue desterrado de la
Villa de Madrid; ya adulto, se casó en dos ocasiones, siendo infiel en ambas
y prodigando sus amores; y ya en su madurez, se ordenó sacerdote, cosa que
no le impidió seguir manteniendo relaciones amorosas.
Es autor de unos 3000 sonetos y de cerca de 2000 obras de teatro. Se dice
que podía recitar poemas inventados sobre la marcha, con una métrica y
significados perfectos.
Aunque como poeta es excelente, se le atribuye la plena renovación del
En primer lugar, y como resumen del texto, podemos señalar que el poema recorre
a lo largo de sus versos los distintos estados de ánimo, acciones arriesgadas y
planteamientos que padece un enamorado. Precisamente por la variedad e incluso
por la contradicción de éstos, destaca lo variable y viva que es el alma de una
persona que es víctima del amor.
En cuanto a sus partes temáticas, lo más sencillo será destacar dos:
Primera: de los versos 1 al 13, donde se describe el abanico de sentimientos,
acciones y planteamientos del enamorado.
Segunda: el verso 14, que explica el significado de todo lo anterior.
En cuanto a su estructura interna, podemos decir que es inductiva (puesto que va
de lo particular -los sentimientos concretos- a lo general -el concepto de amor-),
lineal (puesto que las ideas van sucediéndose sucesivamente sin retorno) y
encuadrada (puesto que no se inicia con interrogantes).
Como tema esencial, no dudamos en señalar “el amor”, aunque también valdría

n cuanto a su forma o estilo, comenzaremos diciendo que su subgénero es el soneto,
composición poética constituida por dos cuartetos y dos tercetos encadenados y
endecasilábicos.
Por ello, en cuanto a la métrica, diremos que todos los versos son endecasílabos (de 11
sílabas), que siguen un esquema ABBA ABBA CDC DCD, y cuya rima es consonante
(coinciden vocales y consonantes). Véase esta diapositiva.
En cuanto a los recursos literarios, podemos destacar los siguientes (siempre
explicando en qué consisten y en qué versos se encuentran):
Enumeraciones;
Versos ternarios y de cuatro elementos;
Antítesis;
Paralelismos.
Para verlos más detalladamente, pasar a las siguientes diapositivas.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Métrica del poema
CUARTETO
CUARTETO
TERCETO
TERCETO
11A
11B
11B
11A
11A
11B
11B
11A
11C
11D
11C
11D
11C
11D
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Recursos: enumeraciones
(Volver)
Sucesión de elementos

Recursos: versos ternarios y de cuatro
elementos
(Volver)
Distribución ordenada
de los elementos de las
enumeraciones.
TRES
TRES
TRES
CUATRO

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Recursos: versos ternarios y de cuatro
elementos
(Volver)
Distribución ordenada
de los elementos de las
enumeracione

Recursos: antítesis
(Volver)
Aparición de elementos
de significado opuesto.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe
Recursos: paralelismos
(Volver)
Repetición de
estructuras sintácticas.

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor: quien lo probó lo sabe.

COMENTARIO CRÍTICO

cuanto a mi opinión personal, he de decir en primer lugar que estoy de
acuerdo en la descripción que hace del estado anímico del
enamorado, puesto que darse a otra persona -tanto más cuanto con más
fuerza se dé uno- conlleva varios riesgos: uno puede sentirse totalmente
dichoso (cuando las cosas van bien y se siente querido) y, poco después,
ante la primera contrariedad, sentirse totalmente defraudado
(consecuencia del ardor con que se entregó a la otra persona). Es por tanto
una descripción verdadera y muy humana la que hace Lope de Vega.
Por otro lado, y en consecuencia, pienso también que es importante
una educación y madurez afectivas para llevar una relación, porque si
uno no es dueño de sí mismo, ¿cómo va a darse a otra persona? Aunque
todo amor conlleva una revolución interior, también es cierto que uno
puede y debe orientar los afectos, no dejándose llevar por ellos como si
fuera una veleta o una hoja llevada por el viento.
Se trataría, más o menos, de la diferencia entre dejar a un barco sin dueño
(a merced de la tempestad) y entre intentar dominarlo aunque cueste.

Es mucho lo que se podría decir con respecto a todo esto, pero prefiero
expresar mi conclusión: que este poema es una obra de arte no sólo por su
estructura externa (métrica, léxico, organización) sino también y sobre
todo por lo que expresa.
Transmite ideas muy humanas y auténticas, con las que personalmente me
identifico, y que son muestra de su valor eterno.

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