Ludovico Einaudi

miércoles, 31 de enero de 2018

El dandaísmo literario por Erick Guillén

El Dadaísmo literario 
En esta ocasión hablaré sobre una técnica muy particular dentro de las vanguardias literarias  del siglo XX que demuestra la innovación de este movimiento, esta técnica de creación literaria se llama dadaísmo, muy particular por la forma en que se representa el arte, aunque para muchos estudiosos de la literatura, no se considera un arte ordenado por la forma del sin sentido que esta técnica presenta, la verdad es que es un estilo bastante creativo y a la vez llamativo, según mi punto de vista, principalmente para todas aquellas personas que nos gusta la brevedad en los textos literarios que leemos.
¿Qué es el Dadaísmo?
El Dadaísmo literario lo podemos definir como una sucesión de palabras, letras y sonidos a la que es difícil encontrarle lógica porque en su creación se van colocando una tras otras las palabras obtenidas de recortes de revistas.
Se distingue por la inclinación hacia lo dudoso, la muerte, lo fantasioso, y por la constante negación. Así, busca renovar la manera de como el poeta se expresa mediante el empleo de materiales inusuales o manejando planos de pensamientos antes no mezclables, por la estructura cerrada de la métrica tradicional, lo cual conlleva a una tónica o expresión general de rebeldía o destrucción.
Definición y origen:
El dadaísmo, se define, como un movimiento cultural y artístico que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, el primero que empleo la técnica, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió esta idea innovadora para su tiempo, el rumano Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del Dadaísmo. Al menos en mi opinión personal y experiencia lo atribuyo a Tristan Tzara porque con el se dio a conocer durante la vanguardia europea.

Una característica fundamental del Dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. Se idealizó la expresión poética, dando un poco de sin sentido a la creación misma de la poesía, rompiendo cánones tradicionales.

Sobre el significado de la palabra Dada tiene muchas interpretaciones, incluso según algunos intelectuales de la literatura afirman que dada no tiene ningún significado, y es imposible definir su autor y significado. Existe una versión en que se consigna que se adoptó jugando al azar con un diccionario.

“Hugo Bell recuerda que en francés existe la expresión Hue dada como caballito de madera; en alemán es un signo de tonta ingenuidad alusiva al coche de niños”. (La leí por ahí) Esta afirmación me hace recordar los primeros balbuceos de los bebes cuando comienzan a hablar.
Características de los poemas dadaístas:
Se basa en el desarrollo de lo ilógico, de lo absurdo.Oposición a las clásicas nociones de gusto y producción artística.Es importante el uso del lenguaje en la experiencia colectiva del Creador.Representa el sentido nihilista de la vida.El periodo en se creó se considera un periodo corto, pero reafirmo el Surrealismo (Otra corriente de vanguardia)
A continuación en la siguiente imagen se demuestra un ejemplo del dadaísmo mostrando un poco de otra técnica que se llama “Caligrama”, esta última relacionada al cubismo literario y representada por Guillaume Apollinaire, por la disposición gráfica de las palabras del poema creando una ilustración (en este caso formando un corazón).
¿Quieres conocer más sobre los caligramas? Sigue el siguiente enlace: ¿Qué es un Caligrama? 

Te muestro el origen, características, representantes y recomendaciones para crear Caligramas.

Ejemplo de Poema Dadaísta Tomado del blog essenzaliteratura
El Dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias (tradicionales), y especialmente artísticas de principios del siglo XX, por burlarse del artista burgués (el artista intelectual, letrado) y de su arte por el simple hecho de que rompe con el esteticismo de autores de corte clásico de la época.
En que consiste el Dadaísmo Literario:
Particularmente en la poesía, consiste crear un poema de forma aleatoria con palabras extraídas de recortes que bien pueden ser de revistas, periódicos u otros medios escritos. A continuación te presento una secuencia o algoritmo para crear de forma efectiva poemas dadaístas.
Creación de poemas Dadaístas siguiendo estos pasos
Para crear poemas del DADAÍSMO se siguen estos pasos:
NOTA: usted puede adaptar los pasos de acuerdo a su criterio o estrategia de creación en el momento de producir sus ideas acerca de lo que creará.
Tome un periódico o una revista. Procure que estos contengan letras grandes y una basta cantidad de palabras para poder enriquecer el texto creado.Tome unas tijeras. Para recortar más adelante las palabras del artículo o periódico elegido.Escoja en el periódico o en la revista un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema. Como lo mencioné antes, debe calcular la extensión del su poema, por lo cual, tiene que tener una basta cantidad de palabras.Recorte el artículo y en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una caja pequeña y agítelas para que estas queden de forma aleatoria.Empiece a sacar las palabras y colóquelas una tras otra.Copie en el papel según vaya sacando las palabras en el orden en que hayan salido de la bolsa.

domingo, 28 de enero de 2018

Idea Vilariño

“Ya no será"

Idea Vilariño


Ya no será
ya no
no viviré contigo
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

El Retrato Oval. Edgard Allan Poe

El castillo en el cual mi criado se le había ocurrido penetrar a la fuerza en vez de
permitirme, malhadadamente herido como estaba, de pasar una noche al ras, era uno de
esos edificios mezcla de grandeza y de melancolía que durante tanto tiempo levantaron
sus altivas frentes en medio de los apeninos, tanto en la realidad como en la
imaginación de Mistress Radcliffe.
Según toda apariencia, el castillo había sido recientemente abandonado, aunque
temporariamente. Nos instalamos en una de las habitaciones más pequeñas y menos
suntuosamente amuebladas. Estaba situada en una torre aislada del resto del edificio. Su
decorado era rico, pero antiguo y sumamente deteriorado. Los muros estaban cubiertos
de tapicerías y adornados con numerosos trofeos heráldicos de toda clase, y de ellos
pendían un número verdaderamente prodigioso de pinturas modernas, ricas de estilo,
encerradas en sendos marcos dorados, de gusto arabesco.
Me produjeron profundo interés, y quizá mi incipiente delirio fue la causa, aquellos
cuadros colgados no solamente en las paredes principales, sino también en una porción
de rincones que la arquitectura caprichosa del castillo hacia inevitable; hice a Pedro
cerrar los pesados postigos del salón, pues ya era hora avanzada, encender un gran
candelabro de muchos brazos colocado al lado de mi cabecera, y abrir completamente
las cortinas de negro terciopelo, guarnecidas de festones, que rodeaban el lecho. Quíselo
así para poder, al menos, si no reconciliaba el sueño, distraerme alternativamente entre
la contemplación de estas pinturas y la lectura de un pequeño volumen que había
encontrado sobre la almohada y que trataba de su crítica y su análisis.
Leí largo tiempo; contemplé las pinturas religiosas devotamente; las horas
huyeron, rápidas y silenciosas, y llegó la media noche. La posición del candelabro me molestaba, y extendiendo la mano con dificultad para no turbar el sueño de mi criado, lo
coloqué de modo que arrojase la luz de lleno sobre el libro. Pero este movimiento
produjo un efecto completamente inesperado. La luz de sus numerosas bujías dio de
pleno en un nicho del salón que una de las columnas del lecho había hasta entonces
cubierto con una sombra profunda. Vi envuelto en viva luz un cuadro que hasta
entonces no advirtiera. Era el retrato de una joven ya formada, casi mujer. Lo contemplé
rápidamente y cerré los ojos. ¿Por qué? no me lo expliqué al principio; pero, en tanto
que mis ojos permanecieron cerrados, analicé rápidamente el motivo que me los hacía
cerrar. Era un movimiento involuntario para ganar tiempo y recapacitar, para
asegurarme de que mi vista no me había engañado, para calmar y preparar mi espíritu a
una contemplación más fría y más serena. Al cabo de algunos momentos, miré de nuevo
el lienzo fijamente.
No era posible dudar, aun cuando lo hubiese querido; porque el primer rayo de luz
al caer sobre el lienzo, había desvanecido el estupor delirante de que mis sentidos se
hallaban poseídos, haciéndome volver repentinamente a la realidad de la vida. El cuadro
representaba, como ya he dicho, a una joven. se trataba sencillamente de un retrato de
medio cuerpo , todo en este estilo, que se llama, en lenguaje técnico, estilo de viñeta;
había en él mucho de la manera de pintar de Sully en sus cabezas favoritas. Los brazos,
el seno y las puntas de sus radiantes cabellos, pendíanse en la sombra vaga, pero
profunda, que servía de fondo a la imagen. El marco era oval, magníficamente dorado, y
de un bello estilo morisco. Tal vez no fuese ni la ejecución de la obra, ni la excepcional
belleza de su fisonomía lo que me impresionó tan repentina y profundamente. No podía
creer que mi imaginación, al salir de su delirio, hubiese tomado la cabeza por la de una
persona viva.
Empero, los detalles del dibujo, el estilo de viñeta y el aspecto del marco, no me
permitieron dudar ni un solo instante. Abismado en estas reflexiones, permanecí una
hora entera con los ojos fijos en el retrato. Aquella inexplicable expresión de realidad y
vida que al principio me hiciera estremecer, acabó por subyugarme. Lleno de terror
respeto, volví el candelabro a su primera posición, y habiendo así apartado de mi vista
la causa de mi profunda agitación, me apoderé ansiosamente del volumen que contenía
la historia y descripción de los cuadros.
Busqué inmediatamente el número correspondiente al que marcaba el retrato oval,
y leí la extraña y singular historia siguiente:
“Era una joven de peregrina belleza, tan graciosa como amable, que en mal hora
amó al pintor y, se desposó con él.
“Él tenía un carácter apasionado, estudioso y austero, y había puesto en el arte sus
amores; ella, joven, de rarísima belleza, todo luz y sonrisas, con la alegría de un
cervatillo, amándolo todo, no odiando más que el arte, que era su rival, no temiendo
más que la paleta, los pinceles y demás instrumentos importunos que le arrebataban el
amor de su adorado. Terrible impresión causó a la dama oír al pintor hablar del deseo de
retratarla. Mas era humilde y sumisa, y sentóse pacientemente, durante largas semanas,
en la sombría y alta habitación de la torre, donde la luz se filtraba sobre el pálido lienzo
solamente por el cielo raso.
"El artista cifraba su gloria en su obra, que avanzaba de hora en hora, de día en día.
"Y era un hombre vehemente, extraño, pensativo y que se perdía en mil ensueños;
tanto que no veía que la luz que penetraba tan lúgubremente en esta torre aislada secaba
la salud y los encantos de su mujer, que se consumía para todos excepto para él.
"Ella no obstante, sonreía más y más, porque veía que el pintor, que disfrutaba de
gran fama, experimentaba un vivo y ardiente placer en su tarea, y trabajaba noche y día
para trasladar al lienzo la imagen de la que tanto amaba, la cual de día en día tornábase más débil y desanimada. Y, en verdad, los que contemplaban el retrato, comentaban en 
voz baja su semejanza maravillosa, prueba palpable del genio del pintor, y del profundo 
amor que su modelo le inspiraba. Pero, al fin, cuando el trabajo tocaba a su término, no 
se permitió a nadie entrar en la torre; Porque el pintor había llegado a enloquecer por el 
ardor con que tomaba su trabajo, y levantaba los ojos rara vez del lienzo, ni aun para 
mirar el rostro de su esposa. Y no podía ver que los colores que extendía sobre el lienzo 
borrábanse de las mejillas de la que tenía sentada a su lado. Y cuando muchas semanas 
hubieron transcurrido, y no restaba por hacer más que una cosa muy pequeña, sólo dar 
un toque sobre la boca y otro sobre los ojos, el alma de la dama palpitó aún, como la 
llama de una lámpara que está próxima a extinguirse. y entonces el pintor dio los 
toques, y durante un instante quedó en éxtasis ante el trabajo que había ejecutado; pero 
un minuto después, estremeciéndose, palideció intensamente herido por el terror, y 
gritando con voz terrible: “-¡En verdad esta es la vida misma!”- Se volvió bruscamente 
para mirar a su bien amada,... ¡Estaba muerta!”. 

miércoles, 24 de enero de 2018

El texto

EL TEXTO es la unidad máxima de comunicación que transmite un mensaje con sentido completo. Puede ser oral o escrito. Se produce en una situación comunicativa concreta. Siempre tiene una determinada intención (informar, expresar sentimientos, dar instrucciones, convencer, etc.) No tiene una extensión fija: puede estar formado por un solo enunciado (¡Socorro!) o por un conjunto de enunciados.
Es por tanto un conjunto ordenado de enunciados que expresan el mensaje que desea transmitir el emisor con cinco propiedades: coherencia, cohesión, adecuación, corrección y claridad.

El Modernismo por Erick Guillén

¿Qué es? – Concepto. 

El Modernismo es un movimiento literario, hispanoamericano (nace en América Latina) y español que se inicia alrededor de 1880 y perdura hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial.
Se considera a Rubén Darío como el padre del Modernismo por sus aportes al movimiento con la obra “Azul” en 1888 siendo el mismo quien llevó a Europa el estilo, sin embargo, esta nueva estética se ha encontrado en la obra poética de José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera escrita años antes, entre 1875 y 1882.

CONTEXTO HISTÓRICO Y SOCIAL DEL MODERNISMO LITERARIO :

En esta época se dan los siguiente hechos históricos:
• El asentamiento del capitalismo
• Surge el ferrocarril.
• Las primeras fábricas.
• Se intensifica la industria.
• Se intensifica la investigación científica.
• Aparece la doctrina del materialismo.
• La visualización y fe en el progreso.

Temas que se tomaron en El Modernismo Literario en América:

1. Culto a la belleza, siendo el cisne un simbolismo de belleza. Valorando el cultivo del arte por el arte, por lo que hay un énfasis en las imágenes hermosas, armoniosas y exquisitas, así como en la perfección de la forma del poema.
2.La evasión: Los escritores modernistas evocan un mundo fantástico de lugares lejanos y tiempos arcaicos. Predominan imágenes de la mitología greco-latina, así como personajes de otras épocas pasadas como princesas, damas y caballeros.
3. Indigenismo y la amenaza que representa el capitalismo de EE.UU.: los escritores modernistas buscaban recuperar el legado precolombino del pasado. También hay una preocupación por el imperialismo de los EE.UU. Este tema aparece en Cantos de vida y esperanza (1905), de Rubén Darío.
4. Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por encima de la realidad cotidiana demostrando así una actitud abierta hacia todo lo nuevo.
5. Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente; simplificación de la sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales, entre otros.
6. Uso de simbolismos. Adoptado de la literatura francesa.
7. Amplia libertad creadora.
8. Uso del verso alejandrino. Versos de catorce sílabas.
9. Perfección formal. El cisne representa la perfección en la belleza.

El mañana efímero por González Sainz

En los comentarios críticos de textos, en Bachillerato, siempre insistimos a nuestros alumnos en la necesidad de establecer relaciones, si se puede, entre el texto analizado y nuestra realidad inmediata, en buscar posibles semejanzas con la actualidad. Bien, aquí el escritor González Sainz nos echa una mano con el famoso poema de Antonio Machado.

"... además de por la predisposición al bostezo, esa “España inferior” está caracterizada por otros elementos: por su alboroto festivo (la “charanga y pandereta”), por lo cerrado, por la devoción, tanto hacia iconos como hacia personas, como actitud y por el tono burlón, por la bulla reñidora también y por la tendencia a usar la cabeza sólo para atacar al otro.

Traduzcan ustedes “charanga y pandereta”, por ejemplo, por “guateque y botellón” para entendernos hoy mejor y ya me dirán. La actitud de sacristía y devoción, de cierre y burla ante cuanto no sea lo propio, de ataque zaragatero a cabezazos en lugar de con cabeza, en lugar de pensar, analizar y ponderar, no me digan que no es hoy todavía lo que más abunda"



EL MAÑANA EFÍMERO QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

Lo peor que puede pasar a veces con el tiempo es que no pase; que lo que tendría que ser efímero, cosa de un día o por lo menos de corta duración, se estanque y persevere. Porque lo que se estanca tiene tendencia a descomponerse y corromperse.

En estas fechas hace exactamente un siglo que Antonio Machado escribió su célebre poema El mañana efímero, y es, si bien se lee, como si lo hubiese escrito hoy mismo. ¿1913 hoy? Mucho me temo que sí. El tiempo, se echa de ver si uno se fija con atención en el poema, parece no haber pasado en España en algunos aspectos importantes. Da la impresión de haberse estancado y, en consecuencia, bien podría haberse corrompido. Aunque cabría también otra deducción, y es que el tiempo sí haya pasado para nuestro país, pero mayormente en vano. Y puede que, para presidir el paso del tiempo y el curso de las cosas, no haya nada peor que la vanidad, que nada sirva nunca para mejorar nada.

Pero vayamos al poema, a ese El mañana efímero escrito a finales de 1913 que ya digo que viene como anillo al dedo a nuestros finales de 2013. Supongo que no habrá muchas personas mínimamente leídas o atentas en nuestro país —o incluso ya sólo mínimamente gorjeadas o twiteadas— que desconozcan por completo el poema de Machado al que aludimos, que no sepan incluso de memoria algunos de sus versos o no les suenen por lo menos algunos de sus temas o motivos. Ya recordarán: es el poema de “la España de charanga y pandereta”, el de la España que “ora y bosteza” y “embiste, / cuando se digna usar de la cabeza”, y también el de la “otra España”, la “España de la rabia y de la idea”.

El mañana efímero le hacen eco de cerca en la obra de Machado —unas pocas páginas antes y otras pocas después en Campos de Castilla— por lo menos otras dos poesías: Del pasado efímero y el famoso poemilla deProverbios y cantares, tan cantado y repetido, cuyos primeros versos rezan: “Ya hay un español que quiere/ vivir y a vivir empieza/ entre una España que muere/ y la otra que bosteza”. Son los muy trillados poemas de las “dos Españas”, los que tematizan como tal vez ningún otro el asunto de las “dos Españas” que a tanta gente le gusta sacar a relucir y repetir una y mil veces, la mayor parte, como suele ocurrir, a la ligera y sin conocimiento de lo que dice de veras el texto original.

No se trata, ni mucho menos, de los poemas de Machado que uno prefiera o que juzgue mejores; es más, tengo la convicción de que, en una obra magnífica como la suya, son más bien de los peores. Pero son sin embargo, y también como suele ocurrir, de los más citados y sobre todo utilizados, vamos a decir instrumentalizados también. Pero ¿qué dicen en realidad esos poemas?, ¿cuáles son en verdad esas dos Españas? Y a un siglo exacto de su escritura: ¿ha sido el mañana que vaticinaba el poeta de veras efímero? ¿Y el pasado al que también tildaba de efímero? ¿Es lo efímero de veras efímero en nuestro país?

Vamos por partes, despacito y en buena interpretación. Por un lado, como es sabido, describe Machado a la “España inferior”. ¿Cómo? Ya recordarán: como la “España de charanga y pandereta, / cerrado y sacristía, / devota de Frascuelo y de María, / de espíritu burlón y de alma quieta”. Y más abajo como la “España inferior que ora y bosteza, / vieja y tahúr, zaragatera y triste; / esa España inferior que ora y embiste, / cuando se digna usar de la cabeza”.

La práctica del bostezo, del abrir desmesurada e involuntariamente la boca haciendo una aspiración de aire que luego se espira por efecto del aburrimiento o la modorra, la reitera Machado, como rasgo distintivo de una de esas dos Españas, en los tres poemas aludidos. Por algo será, de modo que habrá que reconocerle, dentro de la amplia gama de imágenes que, como el bostezo, remiten al vacío en los tres poemas, una cierta centralidad significativa. Pero además de por la predisposición al bostezo, esa “España inferior” está caracterizada por otros elementos: por su alboroto festivo (la “charanga y pandereta”), por lo cerrado, por la devoción, tanto hacia iconos como hacia personas, como actitud y por el tono burlón, por la bulla reñidora también y por la tendencia a usar la cabeza sólo para atacar al otro.

Traduzcan ustedes “charanga y pandereta”, por ejemplo, por “guateque y botellón” para entendernos hoy mejor y ya me dirán. La actitud de sacristía y devoción, de cierre y burla ante cuanto no sea lo propio, de ataque zaragatero a cabezazos en lugar de con cabeza, en lugar de pensar, analizar y ponderar, no me digan que no es hoy todavía lo que más abunda. Claro, hoy los devotos no son de Frascuelos y Marías, sino de la Ser o de la Cope, del PSOE o del PP o de IU, de la Izquierda o la Derecha o de los Nacionalismos, esos que, tarde o temprano, acaban siempre por escribirse con zeta. Las actitudes políticas predominantes siguen siendo las propias de la devoción, no las del discernimiento; las del cierre en banda y la embestida contra los del otro lado, no las de la verdadera política como práctica de la mediación y el compromiso. El grado máximo de la embestida y la cerrazón, del espíritu de sacristía y devoción es el crimen del terrorista, pero entre este y la falta de inquietud del alma —“el alma quieta”— la gama de nuestras tristes zaragaterías es amplia.

Quiso vaticinar Machado que “ese vacío del mundo en la oquedad de la cabeza” que sirve fundamentalmente para embestir era cosa de un “vano ayer” que engendraría un mañana también vacío, todo lo “lechuzo” y “tarambana” que se quiera, pero por ventura pasajero. Porque, frente a esa “España inferior”, él veía “nacer otra España”, la del “cincel y la maza”, la “redentora”. A esta, la de “la rabia y de la idea”, la caracterizó como “implacable” y “con un hacha en la mano vengadora”. En esto no se equivocó: la “otra España” no ha dejado el hacha de la venganza. En lugar de laborar por una justicia independiente y fidedigna, desde la Ley del Poder Judicial ha venido compadreando con su oponente para obstaculizarla y sujetarla al poder de la partitocracia; y en lugar de pensar y analizar y sopesar lo conveniente a la mayor parte, tiene ideas, ideas mayormente “viejas y tahúres” pero, eso sí, rabiosas.

No, las “dos Españas” no son dos; son una y la misma: la “España inferior” del poema. Nada ha nacido ni ha alboreado sino para ser lo mismo que lo que ya había: “cerrado y sacristía” una y “cerrado y sacristía” la otra, “lechuzos” y “tarambanas” unos, es decir, de poco juicio y escasa inteligencia, y “lechuzos” y “tarambanas” los otros también: aturdidos, irreflexivos e informales los de un lado y los del otro, nada cumplidores ninguno. Que una España “muera” y la otra “bostece” (y esa es la caracterización de una y otra en el último de los poemas aludidos) no supone la mínima diferencia: entre ambas, que son la misma, nos siguen helando el corazón.

No es Machado hombre que, por más que use de finura e ironía, se ande en las cosas fundamentales con chiquitas de ninguna especie. Para él lo malo y lo bueno existen, fuera de “buenismos” y “malismos”, y estructuran el mundo, y lo mismo existen y estructuran el mundo lo inferior y lo superior aun en era de pujantes y mostrencos igualitarismos. Las “dos Españas”, cabe inferir, son la “inferior”, la mala. Frente a ella, ¿saldrán hoy por algún lado almas inquietas, sin “mazas” ni “hachas” ni “ideas” fijas, sin venganzas ni odios ni aun redenciones que den suelta al tiempo represado y corrompido, a las ciegas esperanzas y las vanas monsergas —relatos les llaman hoy— que llevan tanto tiempo cargando explosivamente el ambiente del país de “zaragatas” y “tarambanas” y las manos de “hachas implacables”? ¿O será otra vez falso, a no ser en el deseo machadiano, que “el vano ayer” traiga un mañana igualmente vacío pero por ventura pasajero, un mañana efímero que llegó para quedarse entre nosotros y constituirnos?

J. A. González Sainz es escritor. Su última novela publicada es Ojos que no ven (Anagrama).

(Fuente: El País, 07-12-2013)

EL MAÑANA EFÍMERO

A Roberto Castrovido.


La España de charanga y pandereta,

cerrado y sacristía,

devota de Frascuelo y de María,

de espíritu burlón y alma inquieta,

ha de tener su marmol y su día,

su infalible mañana y su poeta.

En vano ayer engendrará un mañana

vacío y por ventura pasajero.

Será un joven lechuzo y tarambana,

un sayón con hechuras de bolero,

a la moda de Francia realista

un poco al uso de París pagano

y al estilo de España especialista

en el vicio al alcance de la mano.

Esa España inferior que ora y bosteza,

vieja y tahúr, zaragatera y triste;

esa España inferior que ora y embiste,

cuando se digna usar la cabeza,

aún tendrá luengo parto de varones

amantes de sagradas tradiciones

y de sagradas formas y maneras;

florecerán las barbas apostólicas,

y otras calvas en otras calaveras

brillarán, venerables y católicas.

El vano ayer engendrará un mañana

vacío y ¡por ventura! pasajero,

la sombra de un lechuzo tarambana,

de un sayón con hechuras de bolero;

el vacuo ayer dará un mañana huero.

Como la náusea de un borracho ahíto

de vino malo, un rojo sol corona

de heces turbias las cumbres de granito;

hay un mañana estomagante escrito

en la tarde pragmática y dulzona.

Mas otra España nace,

la España del cincel y de la maza,

con esa eterna juventud que se hace

del pasado macizo de la raza.

Una España implacable y redentora,

España que alborea

con un hacha en la mano vengadora,

España de la rabia y de la idea.

EL POEMA, EN LA VOZ DE FRANCISCO RABAL

Publicado 7th December 2013 por Duelista entre palabras

Etiquetas: Malestares Textos Literatura EspañolaTextos periodísticos

  

martes, 23 de enero de 2018

Tipos de oraciones según el predicado. La Lenguatica de Adrián Perales.

Tipos de oraciones según su verbo


Teoría de los tipos de oraciones según su predicado. Hablamos aquí de oraciones activas, pasivas, transitivas, instransitivas, etc.

Copulativas. Con verbos ser, estar, parecer. Luis es médico.
Predicativas.Activas. Es toda oración en donde el sujeto ejecuta la acción.
Transitivas. Llevan complemento directo. Luis come manzanas.
Intransitivas. No llevan complemento directo. La lluvia caía mansamente.
Reflexivas. La acción recae sobre el sujeto. Se puede reconocer añadiendo “a sí mismo”. Luis se cortó el dedo.
Recíprocas. El sujeto es múltiple y la acción recae sobre todos ellos. Se puede reconocer añadiendo “el uno al otro”. Luis y María se aman.
Pasivas. Son oraciones que provienen de la transformación de estructuras activas transitivas. El Sujeto de la activa pasa a C.Ag de la pasiva; el CD de la activa pasa a Sujeto Paciente de la pasiva: La policía detuvo a los ladrones > Los ladrones fueron detenidos por la policía.
Perifrásticas. Se forman con ser + participio. La manifestación fue prohibida por el alcalde.
Reflejas. Se construyen con se. Se aceptó la propuesta.

El Futurismo literario por Erick Guillén

Movimiento literario y artístico que surge en Italia en los primeros diez años del Siglo XX . Este gira en torno a la figura de Filippo Tommaso Marinetti, quien publica en el periódico parisiense Le Figaro el 20 de Febrero de 1909 el Manifiesto Futurista.
La importancia que tuvo el futurismo, más allá de sus méritos artísticos, consistió en crear una estética desde cero, con lo que se hizo posible una profunda renovación de las técnicas y principios artísticos, cuyas repercusiones aún se sienten. Fue uno de los primeros “ismos” o vanguardias artísticas, y su valor como movimiento de ruptura allanó el camino a otras corrientes que refrescaron el panorama artístico en los albores del siglo XX. https://es.wikipedia.org


Origen del Futurismo y los manifiestos de Marinetti:
El futurismo fue nombrado como movimiento por primera vez el 20 de febrero de 1909, en el periódico parisino Le Figaro como lo mencioné anteriormente. En esta publicación se dio a conocer el manifiesto. Este autor acuñó la palabra futurismo para designar su propósito de descartar las formas de arte tradicionales y celebrar los cambios de la modernidad.
Cambios fundamentales para este manifiesto; trascendían el ámbito industrial y hacía referencia a la transformación social y cultural que se presentaba en la época.
En estos podemos mencionar de forma más puntual:

1. Proclamar el rechazo frontal al pasado y a la tradición, defendiendo un arte orientado al futuro.
2.Romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte.
3. Considerar como elementos principales de la poesía el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el salto peligroso y la bofetada.
4. Según el manifiesto de Marinetti, sus postulados eran la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero.
5. El escritor tenía adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
6. Rechazar la estética tradicional e intentar ensalzar la vida contemporánea, basándose: la máquina y el movimiento.
Un dato relevante es que en 1913 fue publicado el manifiesto literario más importante del futurismo, titulado “Destrucción de la Sintaxis-Imaginación Inalámbrica-Palabras en Libertad”. Esta publicación comparte los criterios expuestos por Marinetti con respecto a un lenguaje libre de adjetivos, adverbios y con verbos en infinitivo.


Características del Futurismo:
1. Exaltación de lo original.
2. Estructuras del movimiento: tiempo, velocidad, energía, fuerza. En el caso de la pintura.
3. Contenido relacionado con el mundo moderno, las ciudades y los automóviles, su bullicio y dinamismo.
4. Ruptura de la tradición literaria, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte.

Escritores destacados del Futurismo Literario:
1. Filippo Tommaso Marinetti: nació en Egipto en 1876 y falleció en 1944 en Bellagio, Italia. Se le considera el fundador ideológico del futurismo literario, gracias a la publicación de su Manifiesto del Futurismo, en 1909. Su poesía se caracterizó por la experimentación anárquica, la cual se consolidó con el paso del tiempo. De hecho, en principio su obra se caracterizó por su violencia, racismo y misoginia.
2. Wilhelm Apollinaris de Kostrowitzky: más conocido como Guillaume Apollinaire, nació en 1880 en Roma y murió en 1918 en París. Fue un poeta fundamental en el desarrollo del futurismo y, en general, de todas las vanguardias en el siglo XX. Su obra fue principalmente poética y presentaba diferentes características del futurismo, como la controversia y la invitación a abandonar las tradiciones.

lunes, 15 de enero de 2018

Cristina Peri Rossi

LO IMPRESCINDIBLE  

Cristina Peri Rossi


Uno aprende que lo imprescindible
no eran los libros
no eran los discos
no eran los gatos
no eran los paraísos en flor
derramándose en las aceras
ni siquiera la luna grande -blanca-
en las ventanas
no era el mar arribando
su rumia rompedora en el malecón
ni los amigos que ya no se ven
ni las calles de la infancia
ni aquel bar donde hacíamos el amor con la mirada.

Lo imprescindible era otra cosa.

sábado, 13 de enero de 2018

María Elena Walsh

EN UNA CAJITA DE FÓSFOROS

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.

Un rayo de sol, por ejemplo
(pero hay que encerrarlo muy rápido,
si no, se lo come la sombra)
Un poco de copo de nieve,
quizá una moneda de luna,
botones del traje del viento,
y mucho, muchísimo más.

Les voy a contar un secreto.
En una cajita de fósforos
yo tengo guardada un lagrima,
y nadie, por suerte la ve.
Es claro que ya no me sirve
Es cierto que esta muy gastada.

Lo se, pero que voy a hacer
tirarla me da mucha lastima

Tal vez las personas mayores
no entiendan jamas de tesoros
Basura, dirán, cachivaches
no se porque juntan todo esto
No importa, que ustedes y yo
igual seguiremos guardando
palitos, pelusas, botones,
tachuelas, virutas de lápiz,
carozos, tapitas, papeles,
piolín, carreteles, trapitos,
hilachas, cascotes y bichos.

En una cajita de fósforos
se pueden guardar muchas cosas.
Las cosas no tienen mamá.

lunes, 8 de enero de 2018

La narración


Víctor Villora. Estilo directo e indirecto

Un ejercicio muy útil para aprender a utilizar el estilo directo y el indirecto desde la práctica. Tiene una breve introducción teórica.

El estilo directo reproduce las palabras del hablante exactamente igual a como fueron dichas y gráficamente se utiliza un verbo de lengua, decir, o de pensamiento, pensar, seguido de dos puntos, comillas y mayúsculas. Ejemplo:

Ramón dijo: “Ven aquí”.

El estilo indirecto reproduce la idea del hablante pero no sus palabras textuales y requiere de adaptaciones de los verbos y de las estructuras. Ejemplo:

“Ramón dijo que fuera allí.”

 

Teniendo esto en cuenta realiza los siguientes ejercicios.

1.- Continúa estas oraciones en estilo directo.

Juan comenta: “

La sirvienta piensa: “

El guardia de tráfico le dice: “

Cuando lo veo me dice: “

Ahora me dice: “

 

2.- Convierte las oraciones que has hecho a estilo indirecto.

Juan comenta que

La sirvienta piensa que

El guardia de tráfico le dice que

Cuando lo veo me dice que

Ahora me dice que

 

3.- Ahora vas a hacer lo mismo que en los ejercicios anteriores pero hemos cambiado el tiempo verbal.

Juan comentó: “

La sirvienta pensó: “

El guardia de tráfico le dijo: “

Cuando lo vi me dijo: “

Entonces me dijo: “

 

4.- Convierte las oraciones del ejercicio 3 a estilo indirecto y compara los resultados con las del ejercicio 2

Juan comentó que

La sirvienta pensó que

El guardia de tráfico le dijo que

Cuando lo vio le dijo que

Entonces me dijo que

 

5.- Convierte las siguientes oraciones de estilo indirecto a estilo directo.

Me ha dicho que tengo que estudiar todos los días.

Cuando los vio pensó que estaban haciendo algo malo.

Entonces me dijo que lo había hecho él.

A veces pienso que sería mejor no haberlo hecho.

Ramón pensó que eso se lo habían dicho porque estaban convencidos de su inocencia.

 

6.- Convierte las siguientes oraciones de estilo directo a estilo indirecto.

Y entonces me dirá: “Siempre suspendes esta asignatura”.

Iba caminando y pensó: “Ahora nadie me ve y voy a hacerlo”

Cuando lo diga pensaré: “Ya está otra vez con lo mismo”.

Y no le han dicho todavía: “Vas a ser despedido”.

Ahora te dirán: “Sabemos que fue usted quien lo hizo”.

viernes, 5 de enero de 2018

Creación literaria por Erick Guillén

CATEGORÍA: CREACIÓN LITERARIA
Técnicas de creación literaria y artística.En esta oportunidad quiero enseñarles una metodología o técnica para crear cuentos policíacos que me sirve para enseñar a mis...
estudiantes de literatura a crear. Los cuentos policíacos un subgénero del cuento que inquieta al lector por la trama de misterio y crimen que estos presentan, lo que me llega a recordar el cuento de Poe “Los crímenes de la calle morgue”  en que muestra a la par del misterio el terror en sus escenas.
Cuento policíaco
Crea misterio y deseo de investigar

Sin más rodeos la guía de producción de cuentos policíacos

1. La planificación

Lo más importante de este proceso, en ella llevaremos acabo la organización de nuestras ideas, personajes, ambientes, tiempo, entre otros elementos narrativos.
  • Idea central del cuento policíaco: Aquí es donde debes inspirarte en un crimen real o ficticio este tiene que estar en la introducción de tu cuento porque dará la partida de la trama principal. Una técnica para aceptar el let-motiv final es hacer una lluvia de ideas para concretar este paso.
  • Personaje principal o principales: es indispensable que inventes un detective único, este será el detective del cuento, debe ser memorable, único e inteligente (resolverá el misterio). Debe ser un observador agudo, recuerda a Sherlock Holmes. tienes la opción de crearle un compañero.
  •   El personaje antagónico: una persona astuta con ciertos problemas psicológicos o no, tu decides, debe ser la persona de la que menos sospeche el lector y luego en la trama debes dejar pistas de este.
  •  Personajes secundarios: familiares de la victima, amigos, compañeros de trabajo, sospechosos o no debes presentarlos de manera misteriosa sin revelar algunos datos para generar en el lector sospecha de todos.
  • El ambiente y espacio geográfico: con lo primero me refiero al clima (llueve, es de noche…) y el espacio geográfico será el lugar o lugares donde se desarrollará la historia; la escena del crimen, los lugares relacionados a las coartadas de los sospechosos.
  • El tiempo: aquí es donde debes pensar si será un tiempo cíclico o lineal. Yo recomiendo que la mejor forma de iniciar el cuento será con el final (la escena del crimen, sin revelar aún el desenlace total) para luego hacer una recapitulación de los hechos para dar con el hechor del crimen.
  • Crear una trama inquietante y única: lo mejor se extrae de la experiencia (Leyendo mucho este tipo de cuentos) en cuatro oraciones resume tu historia; crea varias anotaciones hasta que llegues a un resultado que te agrade.

 2. Creación del borrador 

Ahora que ya hemos creado lo más importante, nuestro esqueleto, pasamos a la redacción de nuestro relato.
Para escribir el borrador:
  • Escribe la introducción; describe el crimen, los personajes sospechosos, el lugar del crimen.
  • Crea el desarrollo o nudo de la historia;realiza este procedimiento siguiendo la idea de la trama que tienes en tus anotaciones.
  • Incorpora pistas y pistas falsas: En un cuento policíaco, las pistas son fundamentales. Esto se debe a que ayudan a orientar al detective y al lector hacia la dirección correcta o incorrecta.

3. Revisión del borrador:

  • Primero la gramática y ortografía: que las construcciones gramaticales tengan concordancia y coherencia, verifica la correcta escritura de las palabras (busca ayuda de un diccionario o internet)
  • Realiza correcciones: cambios necesarios en los párrafos e incluso en la historia misma, recuerda que para este proceso es necesario la lectura del cuento (un consejo adicional: léelo en voz alta, esto ayuda a darle sentido a la historia)
  • Revisar la extensión del cuento: realizar cambios si es necesario, no muy breve ni muy extenso.

4. Publicación: 

Es lo último, lo lograste. Ahora solo queda presentar tus cuentos policíacos a los demás, para ello lo puedes hacer por las redes sociales, blogs literarios o sitios web, plataformas digitales, papel.