Ludovico Einaudi

lunes, 7 de diciembre de 2015

Canción jovial para un atardecer


Dicen que Alberti cruzaba El Trastévere en bicicleta.  María Teresa daba vuelta al té aposentada en su memoria.
Dicen que los jóvenes triste miraban risueños los traseros de los turistas de El Trastévere, 
Mientras Rafael los bautizaba con metáforas. Teresa cantaba a la niña que se fue.
Dicen que los artesanos recitaban versos en italiano a las sandalias con el ceño fruncido. 
Alberti se abotona la camisa en su pecho grande.  Ella hace caligrafías en un cuadernito
Dicen que los gatos de El Trastévere cuentan las esquinas...Una, dos, tres… Sinuosas una tras otra. Rafael escribe pentagramas flamencos sobre ellas.Teresa roza el recuerdo en los maullidos de los gatos de El Trastévere.
Y yo, aquí,  hoy, observo las fruta del fondo del vino.  Un poeta,  un artesano, una mujer,  un gato, un atardecer y esa línea perfecta de tu horizonte.

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