Ludovico Einaudi

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Southbank



¿Recuerdas mi amor las calles del Southbank?
Buscábamos los peces fundidos acero en el agua,  en el alma.
Acero era la neblina que dibuja la cúpula de San Pablo. 
Alineadas las farolas se inclinan ante el río.
 ¿Nosotros?  ¿Vosotros?  El espejo...¿Qué devuelve? Ya no lo sé
Vagabundo mi ánimo perdido en el acero, en el atardecer,  en el frío.
Es tarde para pasear por las calles de Londres. 
Ya no hay peces en esta ribera sur del Támesis.
¿Por qué el tiempo ha desdibujado las hojas que rompen nuestros pasos?
¿Por qué el frío tardo de la tarde condensó en un instante la sonrisa del quietista?
 Ese eterno Chaplin anegado en un devenir sin movimiento.
No, no estamos nosotros en Southbank. Y ya Lawrence no nos recita...
"... And see thy blood warm when thou feel sit cold "

3 comentarios:

  1. Ya no hay peces, ya no hay mendigos por las calles de Londres. Ahora mendigan en la otra orilla de la vida, en la otra orilla de los papeles desteñidos

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  2. Ya no hay peces, ya no hay mendigos por las calles de Londres. Ahora mendigan en la otra orilla de la vida, en la otra orilla de los papeles desteñidos

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    1. Mendigar? Es posible que vivir en la otra orilla sea mendigar? Vivir en la literatura, en la ficción? Difícil

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